Retomando las viejas costumbres:
Bueno, en el otro blog tenía una historia (2 caps) que estaba escribiendo y la dejé de lado no se por qué, la verdad es que me gustaba y la quiero retomar, por lo que voy a volver a subir los trozos que tengo hechos por si alguien quiere engancharse y la continuaré de vez en cuando ( ya sabéis, mis venazos literarios). Comencemos pues, por el principio.
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C. I- La cúpula
Dicen que el clima de Eöl siempre fue frio. Que las flores de hielo en esos infinitos jardines de la montaña reflejan la luz del sol si miras desde arriba y, probablemente, te lleguen a cegar, exceptuando a aquellos que ya están acostumbrados.
Le gustaba mirar desde su cúpula translúcida, situada en lo más alto de la más alta torre. Era una burbuja perdida en la inmensidad de un lujoso castillo en las afueras, situado en la inmensidad de un cielo interminable. Una ventana lejos de todo, donde a la vez, todo era visible.
Nadie se atrevió nunca a entrar en la habitación del príncipe, ni si quiera los encargados de mantener limpio todo. Estaba prohibido pasar a pesar de no ser una norma impuesta. Tal vez por respeto, tal vez por miedo. Nadie quería saber que era lo que se escondía allí. En realidad, desde fuera era una parte más del castillo. Nadie podía ver a través de ella. Solo desde dentro se hacía la magia y solo unos pocos podían hacerlo, ya que los ciudadanos de Eöl estaban muy dispersos y la mayoría solo vivía para sus funciones o empleos. Descontando la casa real, y algún que otro curioso ciudadano que sirvió a la nobleza, casi nadie conocía el secreto que escondían los Shees, cristales de un valor incalculable caracterizados por un brillo asombroso, de un color azul celeste metalizado. Y quien conocía aquel secreto y cómo beneficiarse de él, callaba. No debía extenderse. Y por supuesto, él era uno de ellos.
Un buen poseedor del don que le hace ver todo y cuanto quiere no sería digno de mencionar si revelara el secreto que lo hace único. Un príncipe, que algún día gobernaría aquellas tierras no podía pronunciar la palabra Shee en público... y aunque lo hiciese, nadie sabría de que está hablando.
Si, era muy triste gozar de toda la belleza que una persona puede poseer y no poder compartir ese secreto con nadie... Pero ya no le importaba porque desde que era muy joven, fue criado para ser un rey perfecto, para dirigir un ejército y triunfar sobre todos sus enemigos. Un rey que llevara a Eöl a la cima en la escala de poder mundial, y esa no era una tarea sencilla en estos tiempos. Había crisis en el mercado de la magia. Pocos magos quedaban desde el descubrimiento de la pólvora, pues era más sencillo construir que encontrar fuentes de poder mágico. Pero no, no le gustaban los soldados. Los magos siempre fueron más elegantes desde su punto de vista, y todo conocedor de la magia arcana sabe que no puedes comparar una cosa con la otra. Buscaba la perfección. La perfección le obsesionaba. Pero no la perfección que podemos entender tu y yo, sino otro tipo de perfección...
Sonaron las trompetas, y tras un largo sueño reparador de heridas comprendió que era la hora de bajar al mundo real. Algo importante ocurría para que convocasen su presencia estando el rey en la sala de abajo. Últimamente todo el mundo estaba muy ausente en palacio.
Así que cogió una túnica negra sencilla, con bordados dorados en los bajos de la más fina tela que pueda existir y descendió por la escalera de caracol. Tras recorrer una infinidad de pasillos llegó al salón de reuniones y allí estaba su padre, solo, callado y tranquilo, como siempre. Solo hablaba cuando tenía que hacerlo. Se levantó del trono y con una voz seca, pronunció:
- Han bombardeado más minas en la parte norte de Darrash.
Silencio angustioso. Eran malas noticias, desde luego, pero tenía la cabeza en otra cosa.
- Eso no puede ser, llevan tres en menos de dos meses. ¿Aún no sabes quiénes son los autores?
- No. Pero creemos que el Rey de Tradh tiene algo que ver con esto.
- Matadle, no sé porque tu ejercito aún no ha puesto un pie en sus tierras. Si esperas más será demasiado tarde. Tres han caído, ¿cuántas más deben caer? No tenemos mucho tiempo para recuperarnos del bajón de poder y cada vez se hacen más fuertes.
- Aún no es el momento.
- Y ¿Cuándo lo es? ¿Cuando estemos todos muertos tal vez?...
El rey sabía su postura inquebrantable, pero no conocía los verdaderos motivos de su hijo y de donde venía tanta ira, no le enseñó a odiar. Quizás lo que el rey siempre quiso fue que careciera de sentimientos. Pero no llego nunca a tal extremo. No fue un gran proyecto de futuro porque no sabía controlarle. Su futuro rey era un auténtico desconocido para él, y dentro de poco, todo lo que él había creado estaría en sus manos. En parte creía que su hijo sabía que nadie le conocía. Lo cual hacia todo más fácil para todos. Siempre sería el mayor arma jamás creada sobre la faz de esta tierra y el joven, lo sabía.
Enfadado y con una expresión de rabia en su cara, salió de la sala de reuniones, cruzó todos los pasillos chocando con todos los vasallos sin ni siquiera verles, y fue hacia la salida secreta que había junto a las mazmorras. ¡Qué estúpido era tener una salida junto a las mazmorras! Pero gracias a eso podía salir al mundo exterior.
Las heridas de la noche anterior aún le dolían, pero era capaz de resistir el dolor que le producía su rutina o droga para ir a aquel lugar tan misterioso. Un lugar que le dolía en el alma, porque no soportaba tanto calor, pero le atrapaba.
En Eöl la gente no estaba acostumbrada al calor y cuando la temperatura ascendía un poco, era muy incómodo.
Posteriormente, se aventuró en el bosque y tras una media hora caminando, llego a un remanso sin árboles, pero de un verde increíble. Luciérnagas y demás insectos alados se posaban en las rocas grisáceas del lago, totalmente cristalino. A su lado, una especie de edificación cuadriculada parecida a una iglesia ancestral parecía tener brillo propio. Ya dolía, pero le estaban esperando como todos los días...
5 Comentarios:
Aaaai, yo leí esta historia en el otro blog y me gusssta! Es super original y de esas que te dejan con las ganas de seguir leyendo. Bueno, a ver cuando sigues publicándola y la leeré en ese momento xD
Besoooooss!!!
buena capacidad para escribirr!
congrats!
Ya estoy enganchado... espero próximas entregas!!!
escribes deliciosamente
un saludo muy fuerte!!!;)
Me gusta mucho la sonoridad de Eöl. Esperamos la continuación :)
Olvido es una niña aún, una jovencita que sufre el dolor del primer gran amor. Abril sí que es una GRAN MUJER con mayúsculas :)
Me alegro que te encanten mis entradas, bonita.
Un besito color púrpura
QUE PADRE!!!!! No había leído desde hace bastante algo parecido... apoyo eso de próximas entregas!
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