Descolocada.

Crecí descolocada. Soy como un caballero medieval nacido para la muerte en pleno siglo XXI, que siempre cumple sus promesas, que no se falla y que le importa una mierda lo que piense la gente con tal de defender sus principios. Que quiere ante todo y a cualquier precio. Me hicieron para contemplar como degenera el universo. Y por eso estoy tan triste. Porque vivo en un mundo donde la gente no para de hablar en grupos de whatsapp donde no se dice nada, rodeada de gente que inunda sus pulmones de mariguana porque no aguantan el vacío de si mismos, de gente que prefiere risas baratas en un bar al subidón de poder confiar en alguien.
Vivo en un lugar donde solo importa el culo de quien lo porta, de cobardes. Y les gusta.

Siempre he hecho lo que tenía que hacer. Y estoy harta de vivir. Estoy cansada de ser así. Y eso no se elige. No puedo decir "ahora voy a ser como el resto de personas de mi edad, que disfruta de vivir el momento comportándose locamente". No puedo coger e irme a un bar y ligar con el primero que se presente. No puedo dejar de pensar en lo que hay más allá de lo gris. No puedo dejar de lado la fantasía y las cosas que hay dentro de mi.
Ojalá pudiera ser tan egoísta como para coger y suicidarme.
Pero yo no soy egoísta. Y me toca permanecer aquí. En la fuente del dolor.

Todo en lo que creía se ha roto. Ahora mismo estoy tan deprimida que no puedo ni levantarme. Y lo peor es que no puedo mirar atrás o refugiarme. Yo solía pensar en mi futuro con la persona a la que quiero, me imaginaba volviendo del trabajo, teniendo una casa con un crió y cómo le enseñaríamos a hacer dibujos la mar de divertidos. Un sitio de colores donde los sentimientos fueran de verdad.
Pero nadie ni nada es real. No importa lo que haga. Nadie cuidará del cuidador, y mi príncipe no va a venir a rescatarme.

Y en esta mierda de dolor, no quiero que me digan que lo superaré, que soy joven. Que ya vendrán tiempos mejores. Que el mundo también tiene cosas buenas. No quiero ver a nadie. Ni que me pregunten qué me pasa. Ni que me saquen de fiesta o que me distraigan. Me he perdido, quiero bajarme del barco.  Quiero dormirme y que pasen y pasen los años.
Al fin y al cabo da igual. Alguien me sustituirá. No se qué me hizo pensar que yo era algo más importante.


Mañana tengo que volver a coger un autobús. Y no puedo. No quiero apretar el culo y aparentar que estoy bien delante de gente que no me importa una mierda.