A veces te escribo como si estuvieras en un viaje por el espacio exterior en el que siempre dudo si sigues vivo o estarás muerto.
¿Llega el wifi a ese planeta extraño donde los androides cazan mariposas? No, claro que no, porque fui yo quien lo imaginó así para aislarse, y sé muy bien que allí sólo hay un aburridísimo silencio.
Pasé mucho tiempo en ese onírico sitio, quizás demasiado, mirando inertes estrellas, tumbada mientras tú combatías a km luz con tus monstruos, que llegaron a invadir toda la Tierra. Y cada minuto en el que estabas peleando contra esas oscuras maquinarias llenas de vacío, yo me cansaba más y más de que en mi planeta no pasase absolutamente nada y todo permaneciese tranquilo e inalterable. A veces hasta me hartaba y me gritaba en voz alta cabreada, pero me daba cuenta de que ni el eco me devolvía el grito para poder volver a chillarme.
Si te digo la verdad, estando allí no me dirigí mucho la palabra, no me encontré a mi misma, no hice las paces conmigo ni aprendí a vivir por mi. Un completo desastre teniendo en cuenta que ese fue mi principal objetivo. Pero tampoco creo que a ti te fuera mucho mejor ahí abajo: Demasiados enemigos con los que pelearse solo. Demasiadas hostias que recibir. Poca satisfacción por cada monstruo aniquilado, porque... ¿Qué más da cargarse a uno cuando ves que siguen llegando miles y siempre vienen más, y más, y más, y más?
De repente un día, no sé cómo lo hicimos: ¿Magia? ¿Pensamos lo mismo muy fuerte? ¿Se alinearon los astros? ¿Por qué en un parpadeo todo cambió? En sólo un segundo... ¡Teletransporte! Yo me encontraba en la Tierra. Firme. Ocupando tu puesto en primera linea de guerra... Y tú apareciste arriba, al lado de una puta nave rodeada de crisálidas y de androides que cazaban silenciosa y aburridamente mariposas...
Y consiguieses salir de ahí o no... a veces te escribo como si estuvieras en un viaje por el espacio
exterior, en el que siempre dudo si sigues vivo o estarás muerto.
Pero yo desde luego ahora en la Tierra algo he aprendido. Me he quitado la venda. Ya dudo si eres tan listo o si en algún momento llegarías a entender la metáfora... Pero me queda por escribirte un último renglón:
Continuo creyendo que todos los caminos siguen siendo de doble sentido para aquellos a los que nos gusta saltar muros.
Y ahora qué. ¿Cómo te quedas? Fundido en negro. No hay más na. Se apaga el cine. No quedan palomitas. Reventada neuronal. ¿Qué a pasado? ¿En qué foro se encuentra la respuesta? N-A-D-A.
137 - "Mi nuestra película", por Guillermo del Toro.
10 ene 2018
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