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Aleatorio, como todo

Ochenta y seis: ¿Quién era Marta?

31 mar 2011



- Marta era la primera calada de un cigarro. Sabes que te mata, que se consume, y a la vez te crea adicción. Marta era bailar desnudo en un iglú cualquier canción. Lidiaba con la locura y pedía alas de libélula... 
Perdió el corazón, le dio de baja. Dicen que aquella carta voló y no tiró la baraja. Que ya no hace pokers de Ases, y aun así, juega su baza.
Marta era vivir en el ojo de su huracán. Cuando reía, notabas cien estallidos de un solo volcán. Todos querían ser Marta...  Marta, vivir en Marte.
Amaré a Marta cada año bisiesto que acabe en Martes.


.

Así lo dijo Merche Owl a las 15:57 15 Comentarios  

Zona: ♥ Historias cortas, Aleatorio

Ochenta y cinco: Para los altos, para los bajos, para los gordos p...

11 mar 2011



Hoy he estado haciendo un examen de biología. Todo eran problemas genéticos, formas de funcionamiento de nuestros bichos corporales... que si el ADN para arriba, que si el ARN para abajo, en fin, los "pequeños niños interiores" que tenemos en nuestro cuerpo.
Al terminar, me he dado cuenta de algo, algo importante. Y aquí es donde comienza el planteamiento de esta ¿hipótesis?

Nuestro cuerpo funciona de forma compleja, eso es cierto y una verdad como un templo. Nuestros mecanismos internos son un follón de la hostia. Esta todo perfectamente calculado con una milimétrica proporción de perfección para poder funcionar de una forma completamente regulada, tanto, que hasta da miedo. Y todo para que nuestro cuerpo no la espiche... ¿Pero sabéis una cosa? Esos sistemas TAN complejos, funcionan todos mediante la síntesis de cosas. ¡Todo se basa en la síntesis!

Todo esta formado desde la base de elementos reducidos a su mínimo exponente, a las cosas más simples, las más pequeñas, las más sencillas de entender. Nuestro cuerpo siempre busca la manera de volver las cosas lo más sencillas posibles para que en conjunto, todo lo simple se convierta en algo complejo visto desde fuera. Si nos fijamos en los objetos y todas las cosas de "nuestra propia dimensión universal dimensional", todo funciona por trozos.

Con esto pretendo llegar a una reflexión, una idea, un pensamiento interno que tengo desde hace un tiempo, un todo y una nada, y es que a los seres humanos nos gusta calentarnos la cabeza, preocuparnos de las cosas de nuestro alrededor, pensar en un plan B, buscar formas de que las cosas nos vayan bien, y en definitiva "encontrar la manera de ser felices". Aquí es donde se nos olvida la parte que nuestro propio cuerpo pretende enseñarnos desde sus mayores furores internos.


No nos damos cuenta de que realmente la felicidad más que de ninguna otra cosa depende de uno mismo, y de nadie más, de que no hay que plantear demasiados problemas, de que tenemos que simplificar las cosas al máximo para poder ser felices.
Nos complicamos de una forma inhumana porque... ¿Por qué? ¿Por qué no extrapolar el sistema biológico-real al sistema mental-sentimental?

No digo que haya que ser un despreocupado de la vida, pero sí que no nos podemos tirar todo el tiempo peleándonos con las personas que tenemos al lado, obsesos del futuro y del pasado, luchando contra el mundo, amargados porque quien yo quiero no me quiere y quien me quiere no me gusta, ni rallarnos por los problemas de medio mundo, ni porque como no se puede no se puede... Stop. "En la vida también hay que pasarlo mal" ¡Y una leche! ¿Que a dónde quiero llegar? - Mira, yo quiero llegar a ningún sitio, y con eso me vale. ¿Por qué? Porque aquí estoy bien : )

Aprendamos del cuerpo y hagamos de las cosas más simples algo complejo. No es bueno plantearse una forma compleja de vida (referida al plano espiritual) para alcanzar la felicidad, porque el proceso inverso al natural acaba saliendo mal. Aprendamos que de la sensación de estar contentos con nosotros mismos, orgullosos de lo que hagamos, las pequeñas alegrías diarias y las cosas bonitas que nos hagan estar bien nos vamos a ir guiando en nuestro camino hacia la complejidad que hoy en día es "ser feliz".

No dependas de personas o de cosas materiales. Lo material se rompe y las personas son acompañantes de camino que en tu vida te van a aportar sentimientos y enseñanzas, al igual que tu a ellos. Hay que cuidarlos, eso si, pero no hay nada tan imprescindible para ti, que tú. Y es por eso que tu cabeza, planteando laberintos lo único que hace es encerrarse a uno mismo en él. ¿No es mejor ir construyendo el laberinto plantando matas, y que cuando hayas terminado de labrar hayas quedado la salida? Piénsalo.

Olvida los planes a largo plazo y simplemente... estate ahí, siéntete bien, déjate llevar de una manera sana sabiendo un poco lo que haces con tu vida, y yo que sé, vuela...

¿Qué es la vida? Un frenesí. 
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción;
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños...
sueños son.

Dios, me largo a seguir estudiando.

Así lo dijo Merche Owl a las 19:03 15 Comentarios  

Zona: Aleatorio

Ochenta y cuatro: Proyecto 365 / Cumple + Historia

2 mar 2011

Hola a todos :D 

¡Actualizo por aquí con dos cositas muy especiales! La primera noticia es que hoy, es mi 18 cumpleaños :)

Y bueno, la segunda es, la historia que voy a poner. Como creo que me merezco un día de descanso sabático, voy a dejaros mi historia corta preferida, escrita por Santi Balmes, uno de mis artistas favoritos no por sus canciones, si no por su forma de escribir. (La verdad es que me gustan mas sus historias que sus letras o sus discos) ¡Y dice así!:




...Boifuz

Hay una fiesta terrible en casa de Boifuz. Los invitados han tenido que enviar currículums para ser honrados con una invitación personal e intransferible. Como signo identitario de aquella pequeña nación, todos están macilentos y escuchan sin parar un himno de Joy Division. Solo llegar a la fiesta, la tía abuela de Boifuz les impregna el cuerpo con una suerte de aceite patentado por aquel niño extraño que aún no ha hecho acto de presencia. Pringados de la cabeza a los pies. Porque todos los invitados a la fiesta de Boifuz, quien, cosa de las cinco de la tarde, aún no ha aparecido, están desnudos.

A las cinco y cuarto de la tarde, aparece Boifuz en paracaidas, aterrizando suavemente en una terraza donde apenas se puede aparcar una bicicleta. Se desprende de su traje de paracaidista y se desnuda entre aplausos y vítores. Su tía procede y con una cuchara gigante lo embadurna de aquel extraño aceite sin brillo. Luego el hermano coloca veinticinco velas en su cabeza. No es difícil atar cabos. El pastel de la fiesta es el propio Boifuz.
¿Se lo comerán los invitados?
Nada más lejos de la realidad.

El mejor amigo de Boifuz es el encargado de encenderle el pelo, previamente pringado de aquel aceite de contenido secreto.Los invitados soplan sin demasiado ánimo, acaso para cumplir un expediente litúrgico, pero prefieren pasar sus últimos minutos con vida lamiéndose y copulando como los protagonistas del sueño más salvaje que se haya contado jamás. La cabeza de Boifuz, en medio minuto, es una antorcha indolora y contagiosa. La temperatura sube fácilmente a setenta grados. Entonces, y como si todos supieran anticipadamente el contenido de la segunda hoja del guión, todos observan como las cortinas de la casa de Boifuz entran en juego y toman el testigo de las llamas.
En aquellos momentos, la mayoría de ellos van a llegar al orgasmo.

Media hora más tarde, cuando los bomberos hicieron acto de presencia con su ruido salvaje, aún habían invitados que saltaban en parábola, uno por uno, desde la terraza hasta la acera, no como humanos, sino con su nueva forma adquirida, que no era otra que la de las palomitas del cine, pero gigantes, sabor al plástico de las bolsas que devoramos en el Alexandra de pequeños, todos ellos de formas y colores variados.

Salados, dulces, blancos o multicolores.
Daba igual.El caso es que...
La calle entera olía maiz.
¿Al fin y al cabo qué es un caballo sin quijada? Nada, nada.

Así lo dijo Merche Owl a las 17:44 13 Comentarios  

Zona: ♥ Historias cortas, Aleatorio

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