Querida amiga,
¿Dónde nos hemos metido? Casi puedo verte en otro otoño, ni caliente, ni frío. Y sé que me equivoco cada vez que te escribo, pues hace más daño el paso de los años que el hecho de habernos convertido en los típicos seres plenamente deconocidos, que se conocen perfectamente, que mantenemos escondidos. Todavía no sé por qué hice qué, y qué no hice. Y si callé, fue por no haber sabido ver del todo bien tus cicatrices, igualitas que las mías, en total simetría.
No es algo que se cure, solo aprendes a vivir con ello. Y aun así de vez en cuando te preguntas ¿Qué estará haciendo? ¿Será feliz? ¿Se acordará de mi? Ojalá que no. O de ser así, hacerla reír, con algún recuerdo absurdo. Para romper el verso con violencia.
¿Cuántos años han pasado? ¿7? ¿8? Creo que he perdido la cuenta. Y joder, estas metida en un cajón de mi cabeza y sigues siendo una de mis terapias de emergencia. Tócame el piano, mándame a la mierda.
Quizás no fuera tan vergonzoso si no supiera donde encontrarte y hablarte para volver a conocerte. Tal vez sea porque es el recuerdo más perfecto. O porque todavía me debes un collar de garbanzos... qué se yo, maldita sea.
120 - Querida amiga
24 feb 2015
Así lo dijo Merche Owl a las 5:17
Zona: ♥ Historias cortas, Personal
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